jueves, 13 de mayo de 2010

Me falta deporte.

Me falta deporte. Y es porque el nivel del periodismo deportivo en España da asco. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que desde comentaristas hasta escritores, todos son unos "muerdebotas". No hay periodista en este país que retransmita el deporte tal y como es, con plena sinceridad, aunque sienta los colores de uno u otro equipo. En tiendo que si eres del Barça te alegres cuando mete goles y gana, pero lo que hacen "JJ", "Lama", "Esteva", "Lobato" y compañía es de denunciar.

Comentan el deporte como si solo existiese un equipo, un piloto, un tenista... y todo lo que hacen los adversarios está mal o roza la ilegalidad. Además, por terminar de explotar sus "habilidades", se dedican a aparecer en televisión haciendo eco de las noticias más absurdas: "Alonso se a equivocado y se a puesto unas botas un numero menor", "CR9 ha cambiado de marca de gomina", "Nadal tiene sudado el sobaco de la camisa en un acto público"... y sandeces semejantes. Me parece que unos por otros, el deporte se está convirtiendo en un circo y esta gente que maneja este mundillo debería hacer examen de conciencia...

Puede que me "sangren" los oídos y los ojos cuando aparecen por televisión, pero cambiar de canal o quitar el sonido es suficiente. Pero lo que ya no se puede arreglar ni apagando la televisión es lo de Manolo Lama. El muy indecente salió ayer en Cuatro, en directo desde Hamburgo, con unos aficionados del Atletico riéndose literalmente de un mendigo. En las imágenes se observa como al pobre hombre le echan en el cesto de las monedas: móviles, tarjetas de crédito...y los aficionados colchoneros riéndose de el.

Esta mañana, supongo que por recomendación de los directivos de la cadena, ha salido pidiendo disculpas después de que en multitud de redes sociales se hubiesen creado plataformas pidiendo su cabeza. El personaje ha declarado que: "Solamente quiero decir que yo educo a mis hijos en la solidaridad y que si alguien si ha sentido molesto desde aquí les pido disculpas. Desde aquí le mando un beso a todos aquellos a los que les haya podido sentar mal, porque me intención era la contraria”.

No se quienes son sus hijos, pero espero de todo corazón que vayan a un buen colegio donde les enseñen algo más de educación que su padre, porque sino en el futuros serán una de esas personas como este periodista: una de esas personas que nunca querrías cruzarte en la vida.

Os dejo el vídeo para que juzguéis vosotros mismos si su intención era noble o una vez más, solo quería llamar la atención para que en la próxima actuación en el circo de los deportes de Cuatro, la audiencia fuera mejor...


Jonathan Murillo, "a mi sí me enseñaron educación".